miércoles, 16 de junio de 2010

El festejo del Liceo en el Teatro 25 de mayo

Discurso de la Prof. Gómez


Conmemorar hoy 200 años de historia es muy importante. El siglo, como medida histórica, nos lleva a pensar en colectivo, porque mas allá de los cien años no podemos pensar en otra cosa que en sociedades, regiones, culturas, historias, y no en el ser humano como individuo. Y es así que la memoria pública se convierte en la garantía de los recuerdos colectivos que le dan sentido a una sociedad que dura más que sus miembros.

Hace mucho más que 200 años, el clima político en América, se modificaba. Hombres y mujeres de espíritus inquietos comienzan a dar forma y sentido a sus ideas. Estudian, discuten, opinan, no callan, se juntan, se arman, reescriben la historia, lo que muchos aprendimos como causas y consecuencias fue un proceso histórico. No podemos obviar ni olvidar las primeras manifestaciones de resistencia al dominio español.

La jabonería de Vieytes, uno de los lugares elegidos para discutir ideas, multipliquémosla por cientos, a los largo de toda la región. Ahora pensemos… ¿se podía frenar este sentimiento independentista? ¿La difusión de ideas? ¿El nacimiento de una prensa libre?

Evidentemente el comienzo de un proceso de independencia estaba en marcha, inspirado en las ideas de Russeau, Montesquieu, Voltaire que inquietan a las autoridades americanas. Hablamos de conceptos como soberanía popular, división de poderes, elección, principio de retroversión de la soberanía.

En Europa de fines del siglo XVIII, se vivían tiempos revolucionarios. En Francia se realiza la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Aquí, en Hispanoamérica las autoridades virreinales tratan de ocultarlo. El humo de los libros que quema la Inquisición oscurece el siglo de las luces.

Así y todo, nuestros hombres y mujeres americanos, criollos, mestizos, indios se atreven a pensar en el cambio. Se animan a subvertir el orden de las cosas, se animan algunos a perder la comodidad, la fortuna, los privilegios individuales por un sueño colectivo, lo dan todo, su vida, su riqueza, hasta sus sueldos adeudados por años los destinan para la construcción de escuelas.

Francisco de Miranda, el hombre quizá más ilustrado de la región, sabedor de seis idiomas, bautizado por Bolívar “venezolano universal” y por Napoleón fue visto como “el Quijote que no está sólo”, ninguneado por nuestra historia oficial, pese a ser un iniciador de una historia americana común.

George Orwell escribió en su novela “1984”: “el que domina el pasado domina el futuro; el que domina el presente, domina el pasado”

A medida que escribimos nos damos cuenta de que llenamos de preguntas estás palabras que intentan hacer una reflexión sobre una historia que avanza, que sigue, que se desarma y se arma. Debe ser el hábito que mantenemos con nuestros alumnos, de generarles dudas, motivarlos al cuestionamiento, no darle certezas históricas sino darles herramientas para que puedan ir construyendo su pensamiento, afinándolo, recreándolo, esa memoria que se reescribe según el momento y el lugar en el que recordamos.

Nos viene a la memoria Alfredo Zitarrosa, cantando “No hay cosa más sin apuro, que un Pueblo haciendo la historia”…y creemos que es nuestra mirada de corto plazo la que no nos permite terminar de armar el rompecabezas. Contaminados quizá, por nuestra mirada local, hemos perdido el sentido del federalismo, de las particularidades regionales, de una mirada más allá de las fronteras, una mirada que enriquezca nuestra historia y aporte ideas para un modelo de país en un futuro cercano. Como dijera François Kersaudy “Cada generación ve la historia a través del espejo deformante de sus dogmas efímeros, a los que toma como verdades eternas”

La construcción de esta Nación estuvo lejos de un origen mitológico, de leyenda. La lucha por la libertad y la defensa de los ideales cobró muchas vidas en esta historia. Qué ni una gota de sangre se haya derramado en vano. Es hora de comprometernos, de dialogar, de saber escuchar, aunque no pensemos igual. Volver a darle sentido a la palabra, la palabra como puente, los puentes como lazos y los lazos como abrazos. La palabra como compromiso de la acción. Mucha gente perdió su vida por comprometerse con sus ideas. Seamos nosotros la garantía de esa expresión censurada.

Andrés Rivera en su libro sobre el orador de la Revolución de Mayo, lo hace escribir a Castelli: “¿qué nos faltó para que la utopía venciera a la realidad? Escribo la historia de una carencia, no la carencia de una historia.”

Recordemos a Oesterheld, autor del Eternauta, uno de los tantos escritores argentinos desaparecidos en la larga noche de la dictadura, que escribió:
“El único héroe válido, es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo.”

Que nos sirva de ejemplo para pensar en la construcción de un futuro para todos. En esa transición estamos. Los docentes, la comunidad educativa, todos los que formamos parte de la escuela, estamos tratando de entender de qué se trata. Nos asusta, nos asombra, nos desorienta, nos hace pensar en nuevas formas para cosas viejas en la necesidad de cambiar los bueyes con los que aramos ahora.

La escuela de hoy no es la de antes, la realidad de hoy no es la de ayer. Pero estamos seguros de que esto se enmarca en una ampliación de derechos y contra eso cualquier argumento negativo está de más.

En la Argentina del primer centenario, se vivía la exclusión, donde pocos tenían mucho y muchos tenían nada, cuando se hablaba “del granero del mundo” un alto porcentaje de hombres eran excluidos del servicio militar por desnutrición, en esa época se registraban las huelgas más sangrientas de la historia, en esa época no existía ley electoral.

Cien años después de aquel momento, seguimos teniendo problemas sin resolver, niños mal alimentados, con bajo peso al nacer o que nunca sabrán de qué se trata la igualdad de oportunidades.

Por eso, creemos que es oportuno pensar en la escuela media para todos, lo que genera un desafío inmenso, y muchas veces nos hace preguntar qué lugar ocupamos en la vida de nuestros alumnos. Si bien muchas veces nos genera decepción no encontrar respuestas, nos seguimos parando frente a ellos prevenidos por las palabras que nos dejó Mariano Moreno: “Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce, lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”



Encuentro CePA


MARTES 18/5 de 13:30 a 18:00 hs. en el Salón de Actos del Liceo 11
Av. Triunvirato 4992 – Villa Urquiza – Ciudad de Buenos Aires
Taller para Docentes de Nivel Medio de la Ciudad:
“El juicio del Siglo. Memorias entre un Centenario y otro”
Coordinado por el Equipo que tiene a su cargo el Postítulo de:
Historia y Problemas de la Cultura Argentina- CePA. Abierto a todas las áreas
Capacidad disponible limitada - Se entregará constancia de asistencia
Confirmar previamente enviando Apellido y Nombre, DNI, Institución y Asignatura a:
bicentenarioenelsaavedra.11@gmail.com


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